martes, 1 de marzo de 2011

Hijo e' tigre: Saadi Khadaffi

Tirando facha

Ya que la situación internacional lo amerita, con el dictador Muammar al-Khadaffi (o Gadaffi o como sea que se escriba, lo que casi siempre depende del medio en el que sea leído) completamente cercado y a punto de abdicar como consecuencia de la revolución popular en Libia (nación que gobierna ininterrumpidamente desde 1969), vale recordar un hecho ocurrido hace casi 8 años que llamó mi adolescente atención futbolera en plena depresión post-madrugazos del 2002.

El 1º de mayo de 2003 la Selección Argentina se enfrentó a Libia en la capital de dicho país, Trípoli. El amistoso, cargado de prestigio, le reportó a las arcas de la Asociación del Fútbol Argentino la escasa suma de un millón de dólares en concepto de buena onda (?). El nuestro ganó 3 a 1 en un discretísimo encuentro, con goles de Saviola, Riquelme y Aimar, en tanto Soeaker había puesto el transitorio empate.



Lo destacado de este partido fue la presencia, como titular y capitán del cuarto (out of 8) hijo del bueno de Khadaffi, Saadi Khadaffi, un grandote de barba bastante tosco con la 11 en la espalda y la cinta de capitán aferrada a su brazo. Resulta que este peculiar e inocente personaje se clavó solito en la Selección así porque sí, de más está decir con nulas condiciones futbolísticas (suponemos que tenía algún amiguito en el poder que le hizo la gauchada). La carrera de nuestro héroe comenzó en el año 2000, con apenas 27 añitos, en el Al-Ahly de Trípoli. 23 goles en 150 partidos disputados en esta liga de elite le permitieron ser catalogado como la joyita del país y jugar 18 partidos internacionales con el seleccionado libio, anotando nada menos que dos golcitos. Ya que estaba al pedo, Saadi se proclamó presidente de la Federación Libia de Fútbol y aparentemente nadie se le plantó. Toddo Passam (?).

Pero esto no termina ahí, claro que no. La sed de gloria y la billetera gorda pudieron más. En el 2003, Khadaffi pagó para jugar en el Perugia italiano (su padre era accionista). Claro que sólo disputó un partido, ya que el técnico no entró en la bufarreada petrolera, a pesar de recibir llamados del mismísimo Berlusconi presionando para que me juegue el nene. Además se produjo un hecho insólito: doping positivo del muchachito (nandrolona la sustancia) sin tener todavía un minuto en cancha (luego sumó 12’ en un partido contra Juventus, club del cual también los Khadaffi poseen acciones).

Ya está, se dio por vencido, dirá usté. No señor: en 2005 fichaje para Udinese, jugando 11 minutos en el partido final de la temporada. A pesar de no poder demostrar su talento en este corto lapso, la Sampdoria increíblemente se interesó (?) en el pibe de 33 años y, en el 2006, lo fichó para el primer equipo, aunque no vería un solo minuto en el terreno de juego y esto significaría el retiro definitivo de Saadi.

Hoy por hoy exitoso hombre de negocios y mano derecha (bien derecha) de su papi, el hijo de Burns Khadaffi nunca olvidará aquella tarde en que complicó a Quiroga, Coloccini y Placente, quienes formaron la defensa en el encuentro amistoso y acompañaron a Cavallero, Castromán, Cambiasso, Sorín, Aimar, Galletti, Saviola y Solari en el once inicial argentino de aquel partidazo en Trípoli.

2 comentarios:

AndyPeceto dijo...

Chequeen el esquema de Bielsa, con Galleti y Solari por afuera y Saviola de 9. Chequeen también la titularidad de Quiroga, un abonado por aquellos tiempos, y la presencia de dos tipos de características muy similares como Placente y Sorín (este último más adelantado). El Loco aprovechó este partido para hacer de las suyas (Castromán included, en buen nivel por entonces, nobleza obliga)

Gerito dijo...

Cualquiera la vida de este chabón. De última está todo blanqueado (?) en este caso. Hay cada maneje en el fúlbo de los cuales uno no se entera, pero que a veces son tan evidentes. Sino explicámelo a Quiroga. ¡Eh! ¡¿Eh?! No, a Facundo Quiroga, no. Al comesorete que juega de algo por izquierda en Colón.

Off-Topic: Bielsa clavó un 2-3-2-3 contra Ecuador. Eso es todo lo que tengo que decir. Sí, el partido salió 1 a 0, porque los ecuatorianos clavaron un 9-1-0, pero hay que tenerlas bien puestas para meter semejante esquema, miejah.