sábado, 15 de agosto de 2009

Eliminatorias en la historia: Vol. I - Brasil clasificando de orto (1993)


Las eliminatorias sudamericanas para el colorinche Mundial de USA 1994 (a la postre, toda una representación a nivel económico y social de aquella década) contó con un hecho particular, el cual fue la suspensión de la selección chilena para participar de cualquier competición organizada por la FIFA luego del bochornoso episodio del arquero Rojas previo a Italia 90. Por ende, los habitualmente 10 países sudacas que buscan la clasificación quedaron reducidos a 9 divididos en dos grupos, uno de cinco y otro de cuatro. Los dos primeros y el mejor segundo clasificarían directo, mientras que el peor segundo disputaría el repechaje contra el ganador de Oceanía.

El grupo A finalmente lo integraron Paraguay, Colombia, Perú y Argentina. La historia ya la conocemos: P y P (?) ni cortaron ni pincharon, Colombia nos bailó allá y acá y a sufrir contra los Aussies a la madrugada, con Balbo, Mac Allister, el Dié enfrulado y toda la historia (cabe destacar que el último partido entre Perú y Paraguay fue empate en 2, porque de ganar los guaraní, nos quedábamos afuera derecho viejo). Todo un desastre de la (sin razón) llamada "mejor selección de los últimos tiempos" (???) que hizo sapo en el Mundial y penó en eliminatorias recibiendo la peor paliza como local en la historia de nuestro fútbol, todo un bochorno del tipo de los que el Borracho nos tuvo acostumbrados a sufrir durante dos ciclos. En fin, sobre estos episodios todos la tenemos atroden todavía hoy, con lo cual viven en nuestro repertorio de fracasos a recordar.

El grupo B, por su parte, estaba compuesto por Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay y Brasil. Dado el bajísimo nivel histórico de las primeras tres nombradas, y que se otorgaban dos plazas en este grupo de cinco, se especulaba con una fácil clasificación de brazucas y yoruguas. Pero nadie contó con la sorprendente Bolivia (aquella del Diablo Etcheverry, Trucco, Platiní Sánchez, Marco Sandy, Cristaldo y la memoria futbolera de cada uno agregará más nombres) que llegaba a la última fecha con 10 puntos, habiendo ganando todos sus partidos de local, y la cual con un empate llegaba a Estados Unidos puesto que Uruguay y Brasil tenían la misma cantidad de unidades, jugaban entre sí y a los Celestes los vencía en diferencia de gol (recordemos que antes de USA 94, se contabilizaban 2 puntos por victoria). Finalmente la paridad conseguida por Bolivia en tierras bananeras frente a Ecuador obligaba a los de Francescoli, Fonseca y compañía a repetir el histórico Maracanazo de 1950 para llegar al Mundial y, de paso, dejar afuera a sus rivales: en definitiva, la posibilidad de escribir otra gloriosa página en la historia del fútbol mundial mediante una gesta heróica.

No llama tanto la atención que Uruguay llegue a la última fecha cortando clavos con el orto, toda una costumbre eliminatoril (?), sino que casi en su misma situación se haya encontrado la gran potencia verdeamarelha, finalmente y tras la más grande cagada de Robbie Baggio en su vida campeón del mundo, nada menos.

Aquel Brasil que llevaba una sequía mundialista de 24 años tras el retiro de Pelé contaba con la, probablemente, más valiosa delantera del momento: la compuesta por Romario y Bebeto, dos fuera de serie por donde se los mire, estrellas de Barcelona y La Coruña respectivamente en ese momento. El partido contra los siempre karatecas celestes se convirtió en una batalla de las que Uruguay nos suele brindar al final de las eliminatorias cercanos a cagar fuego, y sólo la genialidad de Romario por duplicado le brindó el pase final (quien prácticamente jugó sólo, vean el video, recomiendo el segundo gol y el "Chuiiin... Brasil!" histórico de la TV de aquellos lares, siempre me hace cagar de risa) haciendo simple lo que se tornaba complicadísimo.




Así Brasil llegó a la máxima cita del fútbol, con el culo en la mano y lleno de preguntas, habiendo por ejemplo perdido con Bolivia por primera vez en su historia, para finalmente lograr el título máximo apenas meses después. Una vez más, quedó demostrado que los 7 partidos que se deben jugar para consagrarse en un Mundial están fuera de todo tipo de especulación que se pueda realizar viendo los acontecimientos previos de cada Selección. Los argentinos, de esto (y de fracasos -?-) sabemos bastante. Y ciertamente, viendo el andar de los nuestros hoy en día solamente nos queda soñar con historias como éstas...

7 comentarios:

HolaUncle dijo...

Es exactamente lo que estoy diciendo desde hace meses... sólo que... No. Digo que vamos a clasificar y nos volvemos en octavos, con el culo roto "pero con la hombría intacta", cosa que mucho sentido no tiene...

¡Brasil - sil, sil, sil...!

Matias Alejandro dijo...

Hace poco vi el partido de la copa américa de la misma época, tremendo equipo el de Bolivia, pero recuerdo más el 1 a 0 ante Alemania con el sol tornando amarillo el cesped, los mató el resto físico, porque se re plantaron ante los teutones.

Y la idea de que el mundial es cosa aparte de las eliminatorias, la comparto plenamente.
El real mejor seleccionado argentino de todos los tiempos pierde UN SOLO partido en el grupo, y se vuelve a saca con el totó en gajos, y a la final te llega una de las Alemanias mas devaluadas de los ultimos tiempos con un polaco de mierda de goleador, todas sus conversiones de ojete. Y no olvidemos que Brasil (campeón de esa copa) se clasificó trecera pero a solo 3 puntos (o sea, un puto partido) del repechaje.

Matias Alejandro dijo...

Eso del Condor Rojas me hizo acordar a un tal Julio Ricardo y su herida con voluntad propia.

Matias Alejandro dijo...

Una última: El Chapulín quizás sea el jugador con características mas cercanas o similares a las de Maradona que haya existido a posteriori, tanto en la aptitud deportiva como en la juerguista.

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=BlCYUmrToVY

Matias Alejandro dijo...

Volvió el Emperador loco!!!

el gabi dijo...

Dos cositas:
- Uruguay pierde ese partido por salir a la cancha con pantalón azul. Es negro papá!
- rescato "Romario esta imposible", del relator.
- Ya habiendose retirado el tipo, me refiero a Romario, podemos decir que fuimos testigos de un alto 9 en la historia del futbol mundial. ¿Te acordás de Romario? Nos preguntaremos seguro dentro de algunos años, con un vermucito en la mano.
Una sociologica: ¿podemos decir que, junto al bati, se hacían cargo del estilo de 9 que generó cada pais?

Me pregunto por el Yerbatero Gonzales y marito Pobersnick.